Les cuento, el viernes llegamos unos amigos y yo a Saltillo con la intención de aprovechar el tiempo de sobra e ir al estreno de Transformers 3, pero como íbamos con un retraso como de 4 horas muchos de los planes que teníamos se fueron a la mierda, de lo cual agradezco por que casi no traía dinero. Ya en la noche que llegamos a casa de mi hermano comencé a caer en cuenta de lo que se avecinaba al día siguiente y empecé a abrumarme con mis propios pensamientos, mejor decidí dormir.
Al día siguiente me sentía igual, mientras mi hermano y mi cuñada exibian serenidad yo en mi cabeza era una maraña de pensamientos que no hacían mas que hacerme sentir aturdido y apendejado, pero bueno, entre las cosas que había que hacer y el andar repartiendo y recogiendo gente se llegó la hora y yo seguía sin bolear mis zapatos así es que decidí ir a buscar a un bolero pero oh sorpresa, en ese momento recordé que mis zapatos iban en el carro de un amigo hacia el otro lado de la ciudad.
No tenía la cabeza en el lugar indicado, tuve que dar muchas vueltas para coordinar a un par de personas y llevar a cabo lo poco que se me pidió hacer, pero al final allí voy, con lo que yo pensaba era un poco de tiempo de sobra cuando recibo la llamada de mi hermano diciéndome que estaba a punto de entrar a la iglesia y yo estaba a más de veinte minutos de distancia, sin zapatos y teniendo que ir por unos amigos para guiarlos al lugar de la boda.
A bomb just went off on my brain...
Solo ciertas personas me importan como para sentirme mal por lo que piensen de mi, dentro de ellas están mi cuñada y mi hermano y yo iba tarde a su boda, mierda.
Imaginen, llegamos a la iglesia, me bajo de la camioneta de mi primo corriendo y exigiendo mis zapatos los cuales no fueron boleados pero mi gran amigo Alberto me hizo el favor de darles una pasada con colorfiel, corro a una banca arrancándome los tenis y los tines y peleándome con el empaque de los calcetines, poniéndomelos y metiendo furiosamente los zapatos en mis pies, corro al carro, aviento los tenis y corro a la iglesia. Escuchaba que mis demás acompañantes me hacian preguntas pero no conteste, yo solo pienso en llegar a la boda de mi hermano, al final de cuentas ellos ya están allí y se las pueden arreglar solos. Llego al altar donde me están esperando y me doy cuenta que llego mascando chicle y lo primero que hago es sacarlo de mi boca, hacerlo bolita y metermelo en la bolsa. Sigo sin entender por que solamente no lo tragué y ya, me hubiera evitado el quitarlo de mis lentes al día siguiente.
Después de la iglesia todo fue cuesta abajo, todo mejoró y la felicidad llegó a mi, por fin, al terminar la misa no pude evitar derramar unas cuantas lagrimas abrazado con mi hermano, todo muy chido, muy feliz.
Fuimos a la quinta donde fue la boda por el civil y después la recepción, donde ocho horas y media se me fueron muy rápido, entre familiares y amigos pasé la mayoría del tiempo bailando y tomando mucho whisky. No recuerdo la hora, pero en una platica con un muy buen amigo el cual no veía hace mucho me contó que su mamá había fallecido hace unos meses, la señora tenia tiempo peleando contra el cáncer de mama y la llegué a conocer, era una mujer muy buena, ese fue el único altibajo de la noche, bueno ese y los reproches de mi cuñada por que no sacaba a bailar a sus primas, jojo, pero la verdad cuando tenia la oportunidad no estaban y cuando estaban yo estaba enfrascado en platicas, al final no las saque a bailar, ni pedo.
Es raro pasar un día que estabas esperando por casi dos años, lo bueno es que nada salió mal, creo...
