Y según yo estoy mal...

Mi trabajo es poco demandante, no tengo que lidiar con tareas demandantes o estresantes, solo tengo que atender a la gente y se acabó.

Ayer atendí a una joven con deficiencias mentales, nada extremo, a mi punto de vista, mi trato fue el mismo que le doy a cualquier persona, el mismo que te daria a ti, lo curioso fue que este trato tuvo un efecto muy distinto en sus padres los cuales al terminar me pidieron mi nombre y me agradecieron con un fuerte y efusivo apretón de manos.

A mi en lo personal no me dan asco ni tristeza los discapacitados, es una condición adquirida de nacimiento o por un accidente, pero la “sociedad” se encarga de marginar a estas personas. Al contrario los que si me dan tristeza, y en algunas ocasiones asquito, son las personas obesas, aquellas que por puro gusto se empacan todo comestible y mal sano que pueden tener al alcance de sus pesuñas y para acabarla de chingar se la pasan llorando por estar bien monster.

Así podría seguir, con los religiosos, los melómanos, los adolescentes, los fashionistas, etc, etc. Pero la verdad que hueva ¿No?

Aparte eso de aterrizar las ideas todavía no se me da mucho, esperemos y pronto pueda lograrlo.

Ha si, también el primer cargamento de playeras está en planeación, próximamente esperen adelantos y cosas de esas.